Para lo que están muy lejos, para los que están un poco cerca y no han vuelto, para los que van todas la semanas y para todos aquellos que aman de cualquier forma a ese TOLEDO que todos llevamos en el corazón... Para todos ellos, una nueva serie de fotos para emocionarse y compartir, claro que ojalá quienes las copien otorguen el respectivo crédito, es lo mínimo que exijo por su uso...
HACIENDA DE TOLEDITO, Labateca y más al fondo Burgueño y su cascada, lugares siempre hermosos desde el ángulo que se quiera, donde el azul del cielo y el verde de las montañas, se funden en un exótico abrazo de naturaleza viva.
QUEBRADA SAN JOSÉ DEL PEDREGAL, una de las tantas fuentes hídricas con que cuenta la geografía toledana y como muchas otras está amenazada por la posible explotación de carbón a gran escala en esa ramificación de la cordillera Oriental y a solo metros del área protegida del PNN El Tamá.
EL CAMINO REAL que partía de Toledito para empalmar con el que iba para las tierras de Balsa y Mariscal, es hoy una trocha común y corriente, las piedras del piso y las cercas del mismo material tan solo existen en pequeños trayectos y pensar que en otros departamentos estos senderos recuperados del olvido, hoy son atratactivo turístico.
LA LAGUNA DE TOLEDITO o lo que queda de ella. Siempre fué un sitio interesante durante nuestra niñez, claro que en esos años estaba rodeada de sauces y otros árboles, que la hacían un tanto misteriosa.
CORDILLERA APABULLANTE, con sus altas montañas, riscos inaccecibles, bosques de leyenda y selva impenetrable, dan vida a una sincronía de colores y matices que encantan y son ensoñación para el visitante que se atreve a comulgar con todo lo hermoso de las estribaciones de la Cordillera Oriental Colombiana en tierras del P.N. El Tamá. 
Hoy ya jubilado, no olvida esa hermosa profesión y dedica buenas horas a enseñar música, sobre todo a una nueva generación que ya comienza a amar la guitarra, el tiple, la bandola y las canciones de nuestro folclor.
“Cosecha Dorada Juan Valdez”, es una edición limitada de 2.000 unidades, finamente empacada y enumerada individualmente, que da una bebida dulce, suave y con aroma pronunciado.
Sus comienzos, no con fechas muy exactas, datan por allá en la época de la colonia cuando fué construída, organizada y puesta a producir por una importante orden religiosa. Con el correr del tiempo pasó manos de la Familia Cote, que en Pamplona, Bábega, Labateca y otras localidades vecinas también vieron florecer sus querencias.
