Es un buen sueño y hay que persistir, pues no
olvidemos que en el futuro, más que petróleo, la necesidad será de agua para el
consumo humano.
Por eso veo con buenos ojos, que al menos en
la redes, circulen ideas como esa, así los fines o enlaces sean utilizados para
cosas que no tienen que ver ni con lo uno ni con lo otro.
Pero es un buen comienzo, sin duda alguna, y
la cultura que se está creando en torno el tema genera más aceptación que
rechazo.
Sin embargo, en el ahora, con las
generaciones actuales, vale la pena preguntar, si de verdad nos interesa el
tema, qué estamos haciendo al respecto, cómo vemos el futuro de nuestras
fuentes, si hay conciencia de la importancia del mismo, o, es apenas, “digamos pero que otros hagan”
No hace mucho surgió una buena idea de
construir un espacio multifuncional para eventos en el pueblo, la idea se
lanzó, muchos estuvieron de acuerdo, otros la criticaron y algunos sugirieron
otras.
Finalmente todo quedó en eso, en una buena
idea, como la alterna que propusieron otros profesionales de un parque lineal
junto al famoso “Zanjón del Chivo”,
que por igual se esfumó con la niebla matutina de Los Remansos.
Y es que el tema lo traigo a colación, porque
por esos días, recordé un lugar sin igual del pueblito, un sitio al cual ni
siquiera nos atrevíamos a mirar cuando estábamos chicos y de eso hace muchos,
muchos años, así nos llevaran de la escuela a divertirnos en sus potreros
cercanos.
Les hablo de la “Laguna de Santa Eduviges”
por la finca del mismo nombre, cuyo perfil técnico – si me equivoco me corrigen – es el de humedal, un ecosistema sobre el cual se ha hablado mucho en los
últimos años, debido a la desaparición constante de los mismos a lo largo y
ancho del país, de los cuales son famosos los que se han secado para construir
vivienda en Bogotá.
Hay algunos grandes y otros pequeños, pero
igual, su importancia es la misma como lugar de asentamiento de flora y fauna
únicas, pero más importante aún, como reservorios de agua.
El de Santa Eduviges es pequeño, pero es ahí
donde “nacen” las fuentes que riegan
muchas fincas hacia abajo (San Javier y
al alrededores), inclusive desde allí se llevaba el agua para la piscina,
no se si actualmente sigue igual.
Bueno, hasta ahí la historia, normal, si se
quiere, pero al ver unas fotografías que gentilmente me envió el Arq. Yorjan
Granados, la preocupación comienza a tomar un tinte diferente.
Se ve claramente como la frontera agrícola y
urbana, comienza a ahogar esa pequeña maravilla, que según la normas debe ser área protegida y de reserva por parte de la autoridad
ambiental, por supuesto en conjunto con la administración municipal.
Solo se ve un pequeño bosque, donde
exactamente está el humedal, pero eso no es lo adecuado, deberían ser muchos
metros más alrededor del mismo, los que hoy estuvieran llenos de árboles y
lejos de la intervención humana.
Por eso hoy cito este ejemplo, pues si
queremos hablar de “Patrimonio hídrico” hay que comenzar a trabajar o gestionar
mejor, la protección de estas áreas, todas son muy importantes.
Otro pequeño lugar, similar, que recuerdo, es
la “laguna de inea” junto a la vía a
Labateca, amén de otra gran cantidad de charcas, pantanos y demás, que fueron
secados para tratar de ganar algunos metros de tierra en muchas fincas.
Sin embargo, no podemos echar culpa a quienes
hicieron esas labores, la falta de información y/o orientación hicieron que
esto ocurriera desde hace mucho tiempo, pues no se si recuerdan que antaño el
orgullo de nuestros padres o abuelos era contar historias de cuantas montañas
se talaban para abrir potreros.
Las generaciones actuales tenemos la misión,
de al menos, mitigar todos esos daños y tratar de recuperar, tarea casi que
imposible, todo aquello que se hizo mal en otros tiempos y evitar que en el
presente se sigan cometiendo más atentados contra el medio ambiente que aún nos
queda.
Toledo en toda su extensión territorial, en
verdad es potencia hídrica, comenzando desde la fábrica natural de agua como es
el alto de Mujué (uno de los pocos páramos con bosque de niebla existentes en el mundo)
hasta los caudalosos ríos que llevan sus aguas para formar el Arauca.
Pero todo eso podría cambiar si no nos
ponemos las pilas para cuidar los humedales, pequeñas lagunas, manantiales y
quebradas, que dan origen a esa característica de nuestra tierra.
Bien sabemos que en la actualidad la
explotación de carbón, además de la tala indiscriminada de árboles, con la cual
se acaba también la vida de musgos, líquenes y todas esas especies que absorben
el agua para soltarla gota a gota durante el verano, también contamina ferozmente
esas fuentes.
Entonces mis estimados amigos y
paisanos toledanos, estupendo que se insista con el tema, hay mucho por hacer
para que las futuras generaciones no mueran de sed.
Otros
temas para documentar en buenas notas :
-
Situación actual de las fuentes que abastecen a la
población.
Cómo está la quebrada
y el sitio de origen en la finca de Los Remansos.
-
Está garantizado el suministro de agua potable hacia el
futuro?
-
Como se está protegiendo la zona de frontera agropecuaria
con el llamado Parque Natural el Tamá ¿?
-
Qué se está haciendo para no seguir desmejorando la
majestuosidad de Mujué ¿
En fin, son muchísimos los temas para
compartir y socializar, por eso hago un llamado a los ambientalistas por
convicción y por vocación, para que hagan sus aportes de conocimiento en tal
sentido y ubiquemos artículos, sobre todo para socializar y concientizar a
todos los habitantes de Toledo, como patrimonio hídrico de la humanidad.