sábado, 28 de agosto de 2010

LUIS JOSÉ HERNÁNDEZ

Otro gran toledano que nos deja


Son muy pocos los toledanos de una gran generación y reconocida estirpe que aún quedan, en su gran mayoría han ido acudiendo al divino llamado y allí están, cerca al Padre Todopoderoso, acompañando desde el cielo el devenir de un pueblo, hoy lleno de sorpresas y no sé cuantas oportunidades.


El último en partir, el pasado 28 de agosto, fue don LUIS JOSE HERNANDEZ, hombre proactivo y servicial, poseedor de una envidiable cultura general y un acervo muy interesante de historias sobre su terruño, que ojalá sus descendientes las guarden como un tesoro y poder compartirlas más adelante.


La última vez que lo vi fue en San Antonio (Ven) hace algunos años, iba en compañía de Juan Manuel y cruce algunas palabras, las necesarias de protocolo al encontrar una paisano así tan de repente y en cualquier lugar.


Luego con el paso del tiempo una y otra vez tropecé con Juan Manuel, normalmente ahí en Textiles Aldana de la calle 6, hablábamos brevemente de Toledo, de política, de economía y por supuesto de la familia.


Por el me enteré que la salud de don Luis José no andaba bien y entre otras cosas tocamos el tema de hacerle un reportaje para televisión, pues sin duda tenía mucho que contar, lamentablemente el paso de los meses y otras actividades impidieron en su momento ir hasta su finca de San Javier para cumplir ese cometido.


El tema era algo que también mi buen amigo Fernando Leal S. “había presionado”, pero reitero, diversas circunstancias imposibilitaron esa oportunidad de tener un buen testimonio para el archivo de la memoria toledana.


Su vida siempre estuvo al servicio de buenas causas y reales retos, así lo conocimos como Síndico en el colegio Provincial de Pamplona, como gerente de la Caja de Previsión Departamental o funcionario de la Contraloría, entre otras tantas actividades desarrolladas a lo largo de su fructífera existencia.


Recordamos hasta la vieja camioneta de color verde que siempre fue su consentida y que según me dijeron quedó en sueño frustrado reconstruirla, pues aún el chasis existe. Esa tarea se la dejamos a Juan Manuel, Mª Lourdes y sus demás hijos a quienes pudimos saludar en el acto del sepelio en Cúcuta.


Solo nos queda pedirle al buen Dios que lo guarde en su seno y a los suyos que guarden con cariño ese legado que deja y que todos lo recordemos como el gran toledano que fue.